La privatización de nuestra comunicación


 

Hace unos días Twitter bajo su nuevo jefe Elon Musk anunció el programa de verificación de las cuentas de Twitter a cambio de un sistema de pago mensual de 8 euros. El resultado de ello fue de esperar y pronto se lanzaron miles de cuentas falsas que se aprovecharon de la posibilidad de ser verificadas al simple cambio de dinero. Además, que hubo consecuencias en forma de caída del valor mercantil de varias empresas por consecuencia de tweets falsos que se hicieron en su nombre.


Lo que vemos en estos ejemplos es la importancia que tienen esos medios de comunicación para la sociedad tal y como la necesidad de tener fuentes fiables que habitualmente se señalan a través de la verificación de la cuenta. Sin embargo, hemos entrado en un momento donde la verificación es un mero producto del mercado que ya no tiene valor alguno. El ser humano sensacionalista tiene esa necesidad de comunicarse, sin embargo, debido a nuestra dependencia de las plataformas privadas y sus algoritmos ya de por sí estamos vulnerables a los fake news, ahora mismo en Twitter encima estamos en peligro de la información falsa por cuentas verificadas. ¿No deberíamos tener las páginas de comunicación a los mismos estándares que a nuestra prensa y los otros medios de comunicación?

Lamentablemente no parecemos tener estándares de calidad para nuestros medios de comunicación, donde tenemos ahora mismo páginas que venden nuestra información a estados (TikTok), páginas que venden nuestra información a otras compañías (Facebook), y por fin también tenemos páginas que venden la verificación de autenticad al precio de dos bocadillos de calamares en un restaurante de la plaza Mayor .


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